Vive la tierra
allá en los montes quebrados.
Es tierra de lágrimas y alegorias,
hollándose por el deseo del alma.
Es el suelo de los dioses derrumbados,
donde canta la espiga y la sangre.
Es la esperanza del sol
que nutre el brillo de los guijarros,
es el follaje ardiente
donde nunca despertamos
de una muerte ancestral.
Es ocarina de cantos
y voz de agua
anidada en el flujo de una vida.
Es esa raíz de derrumbe
que soporta la traición de la conquista
y no hay colón que valga
ni cristo que lo padezca
como el indio en su tierra.
Cantaremos con voces de agua y maíz
a un cielo almendrado de esperanza.
y hallaremos el silencio
de la milpa que nos dio
el lenguaje de Quetzalcóatl.
que nutre el brillo de los guijarros,
es el follaje ardiente
donde nunca despertamos
de una muerte ancestral.
Es ocarina de cantos
y voz de agua
anidada en el flujo de una vida.
Es esa raíz de derrumbe
que soporta la traición de la conquista
y no hay colón que valga
ni cristo que lo padezca
como el indio en su tierra.
Cantaremos con voces de agua y maíz
a un cielo almendrado de esperanza.
y hallaremos el silencio
de la milpa que nos dio
el lenguaje de Quetzalcóatl.
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