Cuando duelen cinco centímetros de vida,
cuando la conciencia pesa más que el alma,
cuando sonreír se hace más extraño que respirar,
cuando la muerte es más digna que la vida,
cuando las lágrimas desertan del dolor
y van en busca de la esperanza,
cuando el grito se vuelve hacia adentro
y los caminos de la noche hacen largos
y eternos laberintos de soledad.
Cuando se detiene
la escena de una vida
y el miedo a vivir se hace
más grande...
Cuando hemos muerto
al ego
y ya no queda nada
que defender,
ni un porque,
ni un como
ni un mañana...
Genial, mi amigo poeta, esa letras tuyas son exquisitas, un bello poema de carácter existencial, gracias Jairo.
ResponderEliminarGracias amigo Bernal por tu comentario acertado , mis saludos y abrazos amigo
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