El que se va
se lleva su adiós,
su modo de ser lluvia
y agua.
Es derrumbe
de adioses
en la nostalgia...
Es hondura de tierra
y alma,
es cuervo de lágrimas
entre las palmas
y un nunca de nadie
en su partida.
El que se va
es memoria de piedra,
epitafio de luz extirpada,
soplo de crisálida
en la ventana,
polvo de sombra y luna,
espera de mármol
y lirio
de un día que nunca verá...
El que se va
se lleva su jornada,
un sol de siluetas deshojadas
y la certeza de ser nada
El que se va
es sólo viento que pasa
adiós que se acaba
Y nunca jamás...
El que se va, se expone a ser olvidado o a qué nunca olvides su esencia, pero a veces es necesario partir.
ResponderEliminargracias por tu comentario Suyai
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